No estoy reinventándome: estoy alineándome.
- 30 oct
- 2 Min. de lectura
Un manifiesto sobre fuerza, autoliderazgo y consciencia corporal
Durante mucho tiempo nos dijeron que había que reinventarse, que cuando algo ya no encajaba, lo correcto era borrar y comenzar otra vez.
Pero con el tiempo entendí que nunca empezamos de cero. Cada etapa, cada error, cada pausa nos deja algo que, si sabemos integrarlo, se convierte en fuerza.
Yo no quiero hablar más del cuerpo desde la estética. No quiero seguir alimentando la idea de que lo trabajamos para ser vistas, medidas o aprobadas. Quiero hablar del cuerpo como vehículo: como el sostén que contiene nuestra energía vital en este plano.
Y desde ahí, honrarlo. Cuidarlo. Respetarlo. Incluso si eso no es lo más “instagramable”. Incluso si no se viraliza. Porque la congruencia tiene un brillo distinto: el de la paz interna.
Mi brújula hoy es esa: la paz que da actuar alineada con lo que pienso y siento. Y esa paz se parece mucho a la fuerza. No solo la fuerza física que se entrena con peso y constancia, sino la fuerza mental que se construye cuando dejamos de pelearnos con lo que somos.
Integrar lo vivido es aceptar que todo lo que hiciste, incluso lo que dolió, te trajo hasta acá. Es entender que tu cuerpo recuerda, que tu mente registra, y que nada fue en vano.
No hay retroceso cuando estás aprendiendo a mirar hacia adentro. A veces simplemente hay que parar, tomar aire, y reconocer el terreno que estás pisando…para avanzar con más conciencia hacia el que te espera.
El cuerpo tiene un lenguaje propio. Habla antes que la mente. Te avisa cuando algo no está alineado, cuando el peso no está solo en los hombros sino en lo que cargas emocionalmente.
Y escucharlo cambia todo. Porque cuando el cuerpo guía, la mente se aquieta. Y ahí empieza la verdadera evolución: no la que se nota, sino la que se sostiene.
Madurar no es cambiar de blanco a negro. Es aprender a ver la escala de grises y moverte dentro de ella con respeto.
Es aceptar la transición sin juzgarla. Ser compasiva contigo misma, empática con los demás.
Entender que sí, hay partes de nosotras que se pierden en el proceso… pero como la oruga que se disuelve para convertirse en mariposa, a veces perderse es el único camino para transformarse.
Esta nueva etapa de Femme Alpha Movement tiene tres palabras que la definen:
Fuerza. Autoliderazgo. Consciencia.
Porque cuando aprendemos a liderar nuestra energía,ya no buscamos control: buscamos coherencia.Y eso cambia todo.
Si esto resuena contigo, si sientes que estás en un proceso parecido, si quieres compartir tu historia o simplemente desahogarte,
💬 escríbeme por WhatsApp — quiero escucharte, de mujer a mujer.👉 Click aquí para hablar conmigo



Comentarios